El resuello de los caminantes 4

Técnica: Serie de dibujos a mano alzada en tinta china sobre papel.

El cuerpo de obra que compone esta serie de dibujos se propone apuntar en imágenes a lo que personalmente sólo puedo intuir desde la confortable distancia.

Intuir los caminos de los otros es a veces un camino incierto; en el citado caso es un salto imaginario hacia un abrazo también imaginado.

Para adivinar estos destinos me valgo de los arquetipos humanos en torno a sus comportamientos, que se llevan por dentro y por fuera más allá de las circunstancias que dan forma a su entorno. En ocasiones dichos arquetipos se ensanchan y estiran para acomodarse al espacio y a sus cohabitados congéneres.

El tema visual son los migrantes, los que veo deambular muchas veces por las carreteras cargados con todo y con nada, acechados de cerca por lo desconocido y acompañados únicamente de sus sueños por una vida mejor.

En la psicología de las siluetas que asemejan una vida ficticia en el dibujo y un rol definitivo en la superficie de un papel, me valgo de los relatos y las conversaciones que he entablado con las familias o grupos de migrantes por medio de quienes mi ignorancia se ha mostrado curiosa y mi incredulidad asustada.

Pongo el ojo en el optimismo y acudo a la picardía para soñarme que los protagonistas de ésta realidad se permiten saborear el aire del descanso, el compañerismo, las risas de sus familiares y amigos en el momento en que se dan el permiso de parar y dormir, comer y jugar acaso antes de retomar la promesa de una vida mejor en un lugar desconocido.

En varias de las imágenes aparecen dos pequeñas figuras que están entretenidas con algo menos serio que el resto, a éstos personajes los he bautizado “Hambre” y “Desamparo”, y siguen muy de cerca a los protagonistas de las escenas mencionadas.

Para mi los grupos de migrantes que atraviesan los territorios donde habito son la representación del miedo, del coraje, del desespero, de la salida y la llegada, de soñar para despertar y volver a soñar; son mas vitales que el sol, y mas frágiles que una polilla, viven algo muy parecido a asomarse a un abismo, donde todo es posible y también todo es incierto.