Antes / Ahora

Antes pensábamos que el buen diseño venía de afuera

Ahora, más que nunca, valoramos más las marcas que fabrican sus productos en el país, que le apuestan al diseño local, que creen en el talento de nuestros artesanos, que rescatan sus técnicas, sus oficios.

Antes se creía que el matrimonio tenía todo el sentido si su inicio se celebraba con muchos invitados, con una fiesta toda la noche, con una rumba que diera de qué hablar.

Ahora saben que, aunque eso no está mal, la verdadera vida en pareja empieza en el hogar. Que es allí donde comienzan a escribir su historia, que es ese el lugar que les pertenece y al que pertenecen. Que lo de adentro esté en armonía, eso es lo que importa.

Antes el proceso de hacer la lista de regalos se veía como un requisito. como un trámite más previo a enviar las tarjetas de invitación al matrimonio.

Ahora se vive como una experiencia: más cercana, presencial o virtual, con muchos beneficios y facilidades. Un plan de dos, con una asesoría personalizada para hacer elecciones más conscientes.

Porque creemos en la estética con significado, en que un hogar es energía y llenarlo por llenarlo, está demás.

Antes, era complicado enfrentarse a un espacio en blanco o a los simples planos del nuevo hogar. Imaginar ahí ese sofá, aquella mesa, esas sillas, aquel mueble... Antes convivían las ideas y las dudas.

Ahora, a través de imágenes renderizadas, los sueños se pueden visualizar. Para tomar mejores decisiones, para tener una idea más clara de cómo quedará un espacio: sus materiales, sus colores, la distribución de los muebles y los objetos decorativos.

Antes creíamos que la definición de casa era el lugar del que se sale corriendo en la mañana y se vuelve a dormir en la noche.

Ahora sabemos que hay mucho más en esas cuatro letras, que la casa es el centro, que nos sirve de refugio, nos da abrigo, protección se merece un enorme GRACIAS!